Según el más reciente estudio de opinión pública con carácter internacional denominado “Aprobación de la Gestión de los Gobiernos de las Américas” correspondiente a los primeros cuatro meses de este año, Nicaragua se ubica en la segunda posición después de El Salvador (84 por ciento).
Le siguen otras naciones como Uruguay (55 por ciento); México (53,1); Costa Rica (50,7); Guatemala (48,4); República Dominicana (47,0); Paraguay (37,3) y Estados Unidos (35 por ciento).
De igual modo, la aprobación de la gestión del Gobierno de Brasil también es de un 35 por ciento, Canadá (32,0); Argentina (29,5); Ecuador (22,7); Honduras (22,6); Bolivia (22,3); Chile (21,4); Colombia (20,2); Panamá (7,7) y Perú 3,2 por ciento.
La encuesta, cuya técnica utilizada fue la entrevista vía telefónica, señaló que el 80,2 por ciento de los nicaragüenses interrogados consideró que el Ejecutivo sandinista conduce al país por la dirección correcta.
En cuanto a la percepción de seguridad ciudadana en comparación con los últimos cinco años, el sondeo arrojó que El Salvador y Nicaragua se ubican en las dos primeras posiciones de la región con el 88 y el 79,1 por ciento, respectivamente.
Sobre las expectativas de la población acerca de la situación económica del país para los próximos 12 meses, en una escala cuyo máximo es 10, Nicaragua lleva la delantera con 8,50, lo cual significa que las personas encuestadas consideran que dicho panorama seguirá igual.
El analista Xavier Díaz-Lacayo comentó a la prensa que Daniel (Ortega) sigue siendo el líder consecuente del continente al mantenerse fiel a los ideales nacionalistas, constitucionalistas y de autodeterminación soberana en la conducción de las políticas públicas a favor del ser humano, particularmente a los más vulnerables.
“El reconocimiento que le hacen los nicaragüenses por esa función, encabeza el ranking de opinión latinoamericana de los pueblos respecto a sus presidentes en tres elementos: la situación del país y la esperanza por las políticas de seguridad, seguido por las económicas, financieras, monetarias y cambiarias”, subrayó.
Añadió que el Gobierno sandinista conserva el rumbo apegado al plan nacional de desarrollo humano en el elemento de la modernización de la capacidad instalada y de la tecnología en un cultivo de valores para la sociedad con énfasis en la ética revolucionaria.
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