Según la portavoz Prisca Thevenot, la medida entró en vigor a las 20:00, hora local en Francia, y por un término de 12 días.
El presidente Emmanuel Macron encabezará mañana una reunión de seguimiento a la situación en el grupo de islas y archipiélagos de Oceanía, donde impera la violencia, con enfrentamientos con las fuerzas del orden, disparos de armas de grueso calibre y quema de automóviles y viviendas.
Las tensiones escalaron con la revisión constitucional promovida por el ejecutivo para ampliar el censo electoral, decisión que rechazan los independentistas, alegando que eso reducirá la visibilidad del pueblo autóctono canaco (kanak), que representa a cuatro de cada 10 habitantes de Nueva Caledonia.
Desde la izquierda francesa reclaman a Macron gestos para una desescalada, y el líder de los comunistas, Fabien Roussel, acusó al gobierno de retornar al estado colonial a la colectividad.
Tanto los partidos independentistas como los que se oponen a esa tendencia han llamado a la calma, con voces crecientes que piden el diálogo.
El primer ministro Gabriel Attal aseveró que convocará a conversar a los diferentes actores de la crisis.
Nueva Caledonia es uno de los territorios en la lista de no autónomos del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas.
En tres referendos se ha impuesto el no a la independencia, pero en el último de ellos, en 2021, votó menos de la mitad del padrón electoral por el llamado de los independentistas a boicotear la cita en las urnas.
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