Recientemente, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, celebró una reunión de emergencia con los jefes de inteligencia y del ministerio de Justicia tras advertir de un posible intento de golpe de Estado.
El ministro del Interior Ali Erlikaya, anunció su intención de identificar estructuras que trabajen contra las autoridades y el pueblo.
Anteriormente, el país despidió y detuvo a agentes de policía de la Dirección de Seguridad de Ankara acusados de vínculos con una organización criminal.
Serdar Sertçelik, que es juzgado por supuestamente ser el número dos de la organización criminal Bora Kaplan, señaló ser un testigo secreto en este caso.
El detenido indicó que la policía lo obligó a dar los nombres de algunos líderes del partido gobernante Ak Parti.
Tras las declaraciones de Sertçelik, los jefes de policía fueron detenidos y suspendidos.
La Organización Nacional de Inteligencia y las fuerzas de seguridad descubrieron que estaban liderando una conspiración contra el presidente Tayyip Erdogan.
El complot involucra a algunas sectas que están orientadas a intereses de los Estados Unidos, escribió la publicación.
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