En esta comparecencia se prevé que el fiscal del caso lea la acusación contra el exgobernante, el primero en ser llevado a juicio en la historia del país.
La génesis del caso se remonta a 2012, cuando el exmandatario denunció al senador Iván Cepeda por presuntamente dar beneficios a testigos para que lo señalaran a él y a su familia de tener nexos con los paramilitares.
Tras examinar el alegato expuesto, la Corte Suprema de Justicia archivó la denuncia y dispuso que era Uribe quien levantaba falso testimonio contra Cepeda.
Ante esa situación, se vio obligado en 2020 a renunciar a su escaño de senador para dejar de estar aforado, permitiendo que su caso pasara a la justicia ordinaria.
En ese entonces, sin embargo, la Fiscalía decidió que no había pruebas suficientes para procesarlo judicialmente.
No obstante, el pasado 16 de enero, el fiscal primero delegado ante la Corte Suprema de Justicia, Gilberto Villarreal, reabrió el caso y determinó que existían suficientes elementos probatorios para imputarlo.
Al tomar en cuenta las evidencias, la Fiscalía acusó al exjefe de Estado y consideró que contó con apoyo consciente, deliberado y sistemático de múltiples personas, quienes, para apoyarlo, idearon medios probatorios que dieran cuenta de hechos o situaciones parcialmente ciertos que no correspondían a la realidad.
Minutos antes de su audiencia, Uribe insistió ante medios de prensa en su inocencia.
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