El aumento de las lluvias y la compra de energía en naciones vecinas respaldaron el anuncio del Instituto de Electricidad (ICE) de cancelar el ciclo de apagones, que debió comenzar el lunes 13 de mayo, sin que fueran aplicados en ninguna región, comentó este jueves el periódico Delfino.
Un factor determinante para anular los cortes –añadió el ICE- fue un cambio en las condiciones climáticas que originó un aumento de los vientos y pudo recomenzar la generación con fuentes eólicas, así como el retorno de las precipitaciones que aumentaron el agua de las hidroeléctricas.
Otras causas del cierre del ciclo de apagones, desterrados del país desde 2007, fueron la reactivación de la planta Miravalles III, que estaba fuera de operación por problemas técnicos; la generación eléctrica mediante fuentes contaminantes; y la importación de esa energía desde otros países centroamericanos, como Guatemala y El Salvador.
El ICE consumió este año –según los medios Noticias Repretel y La Nación- 305 millones de dólares en combustibles y compras de electricidad en el Mercado Regional, que serán cargados a las tarifas de 2025 y su impacto final dependerá del desempeño en la generación limpia y en las ventas a vecinos centroamericanos.
Costa Rica carecía durante los cortes 17 años atrás de un protocolo que protegiera a sectores o tareas esenciales, lo cual condujo a la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos a implementar este tipo de protocolo, que emite advertencias tempranas sobre eventuales racionamientos como el de ahora.
El Gobierno activó el 6 de mayo un sistema de regulación de electricidad por la citada baja de las reservas, una medida amparada por el Procedimiento para la Coordinación de Racionamiento Eléctrico.
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