El director general de la Oficina de Medios del Gobierno en Gaza, Ismail al-Thawabta, alertó que el sistema de salud del territorio colapsó debido a siete meses de ataques de ese país.

En declaraciones a la prensa, el funcionario advirtió sobre el agravamiento de la crisis humanitaria en el enclave costero tras el asalto israelí al paso fronterizo con Egipto y luego a la ofensiva contra la vecina ciudad de Rafah.

Antes de la operación castrense, iniciada la pasada semana, la urbe acogía a más de un millón de desplazados, pero ya la abandonaron varios cientos de miles, según Naciones Unidas.

Al-Thawbat llamó a la Corte Penal Internacional a investigar los crímenes de guerra y delitos contra la humanidad ejecutados por las Fuerzas Armadas de la vecina nación en la Franja.

También reclamó órdenes de arresto contra los dirigentes políticos y militares de ese país.

Afirmó que los delitos incluyen asesinatos premeditados, uso del hambre como arma de guerra, arrestos, torturas, tratamientos inhumanos, deportaciones, desaparición forzada y el empleo de rehenes como escudos humanos.

Medios de prensa israelíes revelaron que en la actualidad están desplegadas en el enclave costero al menos ocho brigadas, varias de las cuales operan en torno a Rafah.

Ya los barrios orientales de la localidad sufrieron los asaltos del Ejército, que intenta avanzar hacia el interior, pese a la ola de críticas internacionales por las graves consecuencias humanitarias de esa operación.

En una entrevista con la radioemisora La Voz de Palestina, el ministro de Salud, Majed Abu Ramadan, afirmó esta semana que la situación del sector en el enclave costero es catastrófica.

Más del 80 por ciento de los hospitales y centros de atención médica allí están fuera de servicio como resultado de la continua agresión Israel, alertó.

A principios de este mes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) acusó a Israel de ejecutar 443 ataques contra ese sector en la Franja de Gaza desde el inicio de su campaña militar, el 7 de octubre.

En su cuenta en X, la OMS informó que esas incursiones provocaron 723 muertos, 924 heridos, daños a 101 instalaciones y afectaron a 106 ambulancias.

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