La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) destacó que la actual afluencia de personas desplazadas a las ciudades de Khan Yunis y Deir al Balah desde Rafah “continúa ejerciendo presión sobre los cada vez más escasos recursos para responder a las necesidades humanitarias”.
El organismo, que citó al Grupo de Seguridad Alimentaria, resaltó que apenas cinco panaderías están operativas en la Franja de Gaza, donde viven más de 2,3 millones de personas.
OCHA denunció que el cruce de Rafah permanece cerrado, aunque el vecino paso de Kerem Shalom está operativo, pero, advirtió las condiciones logísticas y de seguridad imperantes están obstaculizando las entregas de ayuda humanitaria a gran escala.
Entre el 6 y el 16 de mayo casi 640 mil personas huyeron de la urbe de Rafah tras el inicio de las operaciones militares israelíes, criticó el organismo.
“La situación de la seguridad alimentaria en Gaza sigue siendo terrible, y los continuos cierres y la inaccesibilidad exacerban la escasez crítica de alimentos, agua y combustible”, recalcó.
OCHA explicó que también el sistema de salud continúa deteriorándose en el enclave costero.
Las tropas israelíes ocuparon hace 13 días el cruce fronterizo, que durante los últimos siete meses representó la única puerta de entrada a Gaza de alimentos, medicinas y combustible.
Luego, el Ejército inició su avance contra la urbe homónima como parte de su ofensiva contra Hamas, en medio de duras críticas internacionales por temor a una masacre a gran escala entre la población civil.
Esta semana una veintena de Organizaciones no gubernamentales internacionales condenaron el asalto contra Rafah y exigieron al mundo actuar con urgencia para detener allí las violaciones a los derechos humanos.
Recordaron que antes del inicio de la operación castrense, esa urbe acogía a más de un millón de refugiados, la mayoría mujeres y menores de edad.
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