Un informe elaborado por la Confederación Italiana de Agricultores Directos (Coldiretti), precisa que un tercio de los productos agrícolas producidos en este país se pierde, de ellos un 13 por ciento a lo largo de la cadena de suministro, mientras en los hogares el porcentaje es aún mayor, con 17 puntos del total.
Inciden en este problema “los bajos precios que se pagan por los productos agrícolas a los agricultores italianos, que se ven obligados a dejar frutas en los árboles y hortalizas en los campos porque no es conveniente cosecharlas”, señala el análisis, divulgado en el sitio digital del medio informativo especializado Agricolae.
Este fenómeno, apunta el estudio, también causa graves efectos en la sostenibilidad y en el medio ambiente, dado su impacto negativo en el gasto energético y en la eliminación de residuos, pues se estima que las emisiones asociadas al desperdicio de alimentos representan entre el 8,0 y el 10 por ciento del total de gases de efecto invernadero.
En Italia se tiran cada año a la basura más de 27 kilogramos de alimentos año por cada habitante, y la fruta es el producto que más se desperdicia, con 1,2 kilogramos per cápita, mientras el pan ocupa el segundo lugar, con más de 0,8 kilogramos, y luego aparecen con cifras significativas las verduras, el ajo y la cebolla.
Las pérdidas económicas en los presupuestos familiares ascienden a casi seis mil 500 millones de euros en total, destaca el texto basado en cálculos realizados por el Departamento de Ciencias y Tecnologías Agroalimentarias de la Universidad de Bolonia.
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