El ministro de Defensa, Edmundo Novillo, confirmó la aprobación de un Decreto Supremo del Gobierno para enviar ayuda humanitaria en beneficio de los damnificados por las inundaciones en el sur de Brasil.
“Se ha aprobado un decreto que nos permite, sobre todo en el marco de la complementariedad, en el marco de la reciprocidad y la solidaridad, enviar ayuda humanitaria al hermano país (…)”, afirmó en conferencia de prensa.
La decisión fue tomada tras conocerse que debido a las intensas lluvias cientos de personas perdieron la vida, muchas casas y calles permanecen bajo el agua y se reporta la pérdida de cultivos.
Novillo sostuvo que la ayuda se enviará en reciprocidad con la solidaridad brasileña y de otros países cuando Bolivia sufrió similares circunstancias a inicios del año en curso.
Señaló que los bolivianos residen en un país pequeño, pero tienen un corazón grande y son solidarios.
El titular informó que esa ayuda será aportada por los trabajadores de los distintos ministerios, con la cartera de la Presidencia a la cabeza a través de la Unidad de Acción Comunitaria de Gestión Solidaria.
Precisó que esa dependencia donará 10 mil kilogramos de leche en polvo, 10 mil de arroz; dos mil 500 kilos de frijol, mil 500 unidades de carpas de lona; mil tiendas de campaña y dos mil mantas.
Agregó que el presidente boliviano, Luis Arce, informó al respecto a su par brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, y se realizan las gestiones correspondientes a través del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Indicó que el mandatario de Brasil agradeció el gesto solidario.
A finales de abril, el estado brasileño de Río Grande do Sul fue golpeado fuertemente por las precipitaciones e inundaciones, que dejaron, según los datos más recientes, 149 muertos, 124 desaparecidos y 806 heridos.
Reportes oficiales cifran en 615 mil los desplazados, de los cuales 76 mil 800 permanecen en refugios.
La situación creada provocó varios viajes del mandatario brasileño a Rio Grande do Sul para acompañar el trabajo de enfrentamiento a la crisis climática, se informó.
Río Grande do Sul es el más sureño de los estados brasileños y tiene una frontera extensa con Uruguay, y en menor medida con Argentina y Paraguay.
Según las estadísticas, su población ocupa entre la quinta y la sexta parte del gigante sudamericano y su economía constituye la cuarta del país, con el 70 por ciento de la producción nacional de arroz, 40 puntos sobre 100 de soya, además de aportar una parte significativa de la carne de res, de cerdo y de pollo de Brasil.
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