«(Lo ocurrido en ese territorio) cambió el paradigma del tratamiento de los desastres climáticos en este país», afirmó Lula durante la apertura de la Marcha a Brasilia en Defensa de los Municipios, conocida como Marcha de los Alcaldes.
Señaló que lo hecho en «Rio Grande do Sul no es solo para Rio Grande do Sul, cualquier crisis climática en algún estado, nosotros estamos obligados a hacer igual o mejor de lo que hicimos en Grande do Sul».
Durante el evento organizado por la Confederación Nacional de Municipios, que tiene la expectativa de recibir más de 10 mil gestores hasta el jueves, el mandatario prometió, una vez más, que no faltará dinero para apoyar la reconstrucción de la damnificada división territorial.
En las últimas semanas, el Gobierno federal anunció una serie de medidas, entre ellas, la liberación de casi 52 mil millones de reales (cerca de 10,5 mil millones de dólares) en medidas de crédito.
También la suspensión por tres años del pago de la deuda del Estado con la Unión, condonada de intereses, la transferencia de 5,1 mil reales (unos mil dólares) las familias que perdieron bienes y la compra de residencias para núcleos que hayan perdido casas.
Desde finales de abril, Rio Grande do Sul enfrenta las consecuencias de una catástrofe ambiental que mató, hasta la fecha, a 161 personas.
Las fuertes lluvias y las inundaciones de ríos bloquearon carreteras, destruyeron cultivos, inundaron ciudades, destruyeron miles de viviendas y dejaron a miles de personas sin hogar.
El más reciente boletín la Defensa Civil indica que el número de fallecidos podría aumentar porque se notifican 85 desaparecidos y 806 heridos.
Más de 2,2 millones de gauchos fueron afectados, 581 mil 633 están desalojados y 72 mil 561 encaminados a refugios públicos.
De los 497 municipios del estado, 464 fueron perjudicados por las inundaciones.
También, de acuerdo con los datos revelados, 82 mil 666 residentes y 12 mil 358 animales resultaron rescatados.
En Porto Alegre, capital estadual, y el vecino municipio de Canoas las aguas del río Guaíba disminuyen su nivel, lo que permite a los habitantes su retorno a casa.
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