Los crecientes flujos según ese informe indican que solo en este mes de mayo han llegado a la peligrosa selva de Darién en la frontera con Colombia unos 19 mil 480 caminantes.
El SNM precisó que los viajeros ilegales en su mayoría provienen de Venezuela, Ecuador y Haití; además preocupa que unos 30 mil son menores de edad.
Las autoridades despliegan el operativo Flujo Controlado y de manera paralela mantienen la campaña comunicacional “Darién no es una ruta, es una jungla” para evitar que los migrantes irregulares arriesguen su vida al transitar el área.
En 2023 más de 520 mil personas cruzaron por esa vía y se espera que de mantenerse la tendencia este 2024 podrían llegar a las 800 mil.
En sus primeras intervenciones públicas, el presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino, que tomará posesión el 1 julio; y el ministro de Seguridad designado, Frank Abrego, han adelantado la política de cerrar la frontera y deportar a sus países de origen a los migrantes irregulares.
Mulino agregó que esas medidas se iniciarán con ayuda internacional y con apego a los derechos humanos.
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