Tal desarrollo de la situación plantea amenazas adicionales para la seguridad de Rusia, en respuesta, nos veremos obligados a tomar contramedidas para fortalecer nuestra capacidad de defensa nacional, advirtió Vorobieva a la agencia de noticias Sputnik.
La diplomática señaló que pese a que la Constitución es un asunto interno de cada país, Japón debe ser consciente de que la renuncia «a la guerra como derecho soberano de la nación y al uso de la fuerza para resolver disputas internacionales» tendrá consecuencias en la política exterior.
En particular, según Vorobieva, el rechazo de esta postura pacifista provocará nuevos desafíos de seguridad, aumentará la tensión en la región Asia-Pacífico y estimulará una nueva carrera armamentista.
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