Las construcciones para alojar a los primeros 200 gendarmes están inconclusas en 30 por ciento, dijo el informante, que declinó identificarse por carecer de autorización para aportar detalles.
La misma fuente aludió a la inexistencia de vehículos indispensables para el traslado de los policías y otros suministros logísticos que eludió mencionar.
En una primera fase está programado que lleguen 200 miembros del total de mil que integrará el contingente en su formato original, el cual actuará bajo la sombrilla de la ONU, con fondos de Estados Unidos, 300 millones de dólares, y con el solo propósito de guardar el orden, sin función beligerante.
Esos detalles fueron reafirmados la víspera por el presidente keniano, William Ruto, al fin de su visita oficial a Estados Unidos durante la cual se entrevistó con su
homólogo Joe Biden y otros altos funcionarios y fue agasajado con una cena de estado en la Casa Blanca.
La idea de remitir un contingente policial al atribulado país caribeño donde bandas criminales controlan vastas zonas, surgió meses atrás, pero tropezó con obstáculos en el parlamento keniano, en particular la falta de un tratado de asistencia en la esfera del orden público.
A pesar del carácter pacificador de los policías del país africano, surge la pregunta de cuál será la respuesta de sus miembros si las pandillas, armadas hasta los dientes, retan su autoridad y ponen en solfa el cumplimiento de su tarea.
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