El ejército de ese país no limitó su guerra contra el sector a ataques directos, también amenazó, asedió y forzó la evacuación de hospitales, señaló la fuente.
Además, impidió que esos centros obtuvieran suministros básicos, como medicinas, combustible y agua, afirmó.
El medio noticioso recordó que, desde el inicio de la agresión a Gaza, el 7 de octubre de 2023, no cesan las advertencias de organizaciones humanitarias e instituciones internacionales sobre el peligro de un colapso del sistema de salud del territorio.
Las fuerzas israelíes crean sistemáticamente excusas para su guerra contra los hospitales y centros médicos, así como su personal y equipos de rescate, indicó.
Como ejemplo, citó que ese país inventó “mentiras y trata de atribuir los bombardeos y la destrucción a facciones palestinas, como ocurrió después del ataque del hospital Al-Ahli Al-Arabi”, el 17 de octubre del pasado año.
En otros momentos, las Fuerzas Armadas de esa nación (FDI) afirmaron que los asedios a complejo médicos, como el Al-Shifa, fueron el resultado de su uso por parte de movimientos palestinos con fines militares o debido a la presencia de túneles debajo de ellos, destacó.
Las FDI “no lograron convencer a la opinión pública mundial, ni siquiera a algunos medios de comunicación occidentales, que habitualmente adoptan la narrativa israelí”, indicó.
Wafa también acusó a los militares de matar a pacientes, personal médico y desplazados que se refugiaron en el interior de esas instalaciones.
Según los datos oficiales, explicó, el sector sanitario en Gaza se derrumbó, y lo que queda del mismo atiende, como máximo, sólo al 15 por ciento de los heridos.
No puede atender a quienes padecen enfermedades crónicas, ni tampoco tratar a las personas afectadas por epidemias, que provocaron el hacinamiento en los refugios y la destrucción del sistema de alcantarillado, alertó.
“La gran mayoría de estos pacientes no pueden recibir sus medicamentos básicos, ni atención necesaria, lo que empeoró su estado de salud”, subrayó.
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