La Comandancia de la policía y las fuerzas armadas en ese territorio difundieron mediante un comunicado que los sospechosos formaban parte de un grupo que cometía delitos como robos a mano armada y raptos de medios de transporte, acciones con las que sembraban el terror en comunidades locales.
Según el informe, los presuntos delincuentes, los cuales operaban vestidos con uniformes militares, disponían de una red de informantes que les facilitaban datos sobre el itinerario de los remolques, los cuales asaltaban.
En los últimos meses, el gobierno nigeriano ordenó al Ejército, la policía y los organismos de seguridad aumentar las redadas contra formaciones delincuenciales e individuos en el estado de Rivers y otras demarcaciones para detener una ola de robos, asaltos y otros actos de violencia que conspiran contra la tranquilidad ciudadana.
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