Tal inclemencia natural hace que el clima sea inestable y traerá fuertes aguaceros en buena parte de la región. Además, el mar estará agitado y hay riesgo de resaca sobre la costa gaucha.
En virtud de la previsión meteorológica de más lluvia y en consonancia con los tejidos de educación, «estamos suspendiendo las clases en la red estadual en los municipios de Porto Alegre, Pelotas y Rio Grande» hasta el martes, informó el vicegobernador Gabriel Souza, en redes sociales.
La Defensa Civil orienta que la población no regrese a lugares inundados y recomienda atención para quienes viven en áreas de pendiente o declive, teniendo en cuenta el riesgo de deslizamiento de tierra.
El gobernador Eduardo Leite advirtió que «la región oriental del estado debe tener un volumen de lluvias que, según la Sala de Situación, no será responsable de una fuerte elevación en los niveles de los ríos o del Guaíba, por ejemplo».
Reconoció que, en distritos, con sus sistemas de drenaje muy impactados, como es el caso de Porto Alegre, capital estadual, «pueden tener trastornos significativos debido a las lluvias del lunes y parte de este martes».
Agencias meteorológicas vaticinan que este martes, las precipitaciones puntualmente fuertes seguirán actuando sobre el litoral gaucho y los acumulados varían entre 30 a 50 milímetros por día en el sur y este.
Por otra parte, los vientos del suroeste/sur ganan fuerza en el litoral sur y medio, y en la región este, con ráfagas pasando de los 60 kilómetros por hora.
En la capital gaucha, las escuelas, públicas y privadas están cerradas desde el 4 de mayo por la venida de otros temporales.
De acuerdo con datos del estado, publicado el domingo, 246 mil 437 alumnos todavía no regresaron a clases por las inundaciones que devastaron la división territorial, número que corresponde al 33 por ciento de todos los estudiantes. En el caso de 91 mil 324 educandos, no hay fecha de retorno prevista.
En seis ciudades, la vuelta a aulas está suspendida desde el viernes. Son ellas: Porto Alegre, Sao Leopoldo, Estrela, Guaíba, Santana do Livramento y Gravataí.
Según el último balance de la Defensa Civil, el fenómeno climático ocasionó en Rio Grande do Sul, desde finales de abril, 170 muertos, 53 desaparecidos, 806 heridos y más de 2,3 millones de damnificados.
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