Los materiales de estudio están inservibles, las aulas destruidas y las poblaciones desplazadas a zonas apartadas, lo que impide la reanudación del curso escolar, según reportes desde la zona.
Estimados oficiales cifran en hasta 37 mil el número de alumnos residentes en el centro del país impedidos de retomar su instrucción debido al estado de los planteles y la destrucción de los materiales.
La situación causa inquietud en los progenitores de los educandos que se preguntan qué impacto tendrá la crisis sobre el futuro de sus hijos, en duda por el estado de cosas en su país, atribulado por dos zonas separatistas y los grupos islamistas enemigos del gobierno central.
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