La decisión es catalogada por Dublín como un respaldo a la solución de dos Estados, único camino para la paz entre israelíes y palestinos, y con ella «trata de mantener viva la esperanza», según refirió el primer ministro irlandés, Simon Harris.
El comunicado difundido por el Gobierno, tras una reunión del Consejo de Ministros, refiere la voluntad de reconocer a Palestina, un paso dado junto con España y Noruega «para mantener vivo el milagro de la paz».
El texto realiza un llamamiento al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, «para que escuche al mundo y detenga la catástrofe humanitaria que estamos viendo en Gaza».
Para el ministro de Exteriores irlandés, Micheál Martin, esa determinación «representa la convicción» de Dublín: «un camino político es la única vía para romper el ciclo de desposesión, subyugación, deshumanización, terrorismo y muerte que ha arruinado las vidas de israelíes y palestinos desde hace décadas».
En su consideración, las perspectivas de una paz duradera nunca han estado más en peligro, por tanto, «es imperativo que actuemos ahora, junto con nuestros socios con ideas afines, para proteger la viabilidad de una solución de dos Estados y la igualdad de derechos de palestinos e israelíes a la libre determinación, la paz, seguridad y dignidad».
Por su parte, el ministro de Transporte de Irlanda y líder de Los Verdes, Eamon Ryan, reconoció que la demanda del pueblo de Palestina «no es indignante ni extravagante. Si acaso, es modesto el deseo de ser reconocidos como un Estado, igual que otros, controlar sus propios asuntos y hablar por sí mismos en los foros internacionales. Irlanda reconoce hoy ese deseo».
De acuerdo con el ejecutivo irlandés este paso implica el establecimiento de relaciones diplomáticas totales con Ramala, donde está la sede de la Autoridad Palestina y abrirá su Embajada, y lamentó el «trágico contexto» del anuncio, tras la muerte de, al menos, 45 personas en un bombardeo de Israel contra un campamento de desplazados en Rafá.
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