Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en el primer trimestre de 2024 nueve millones 389 mil 310 angoleños trabajaban de manera informal, una cifra que disminuyó en más de 21 mil con respecto al cuarto trimestre de 2023, pero abrumadora si se piensa en la inseguridad que esto representa.
Para Filipe, no se trata de hacerle la guerra a la informalidad, sino de buscar por todas las vías posibles la regularización de estos trabajadores, para que puedan luego acceder a beneficios como los de la seguridad social.
Durante un diálogo con la prensa la víspera, mencionó que este es un reto para las estructuras estatales vinculadas al tema, las cuales han avanzado con iniciativas como bajar las tasas de los impuestos a determinados sectores de trabajadores por cuenta propia, como los taxistas y los pescadores.
Igualmente señaló que han promovido la desburocratización de los procesos para la inscripción, pero la tarea es aún ardua.
La Ficha de Información Rápida de la Encuesta de Empleo, publicada por el INE el pasado 21 de mayo, apunta a un crecimiento del desempleo en el país, mientras la población continúa creciendo.
La tasa de quienes no tienen trabajo subió de 31,9 por ciento en los últimos tres meses de 2023 a 32,4 en el primer trimestre de 2024, con cinco millones 646 mil 659 personas que no tienen un puesto laboral.
En medio de la necesidad de crear nuevos empleos, eliminar la informalidad parecería un asunto menos complejo, si no fuera algo tan arraigado y extendido.
Por lo pronto, y como parte de la estrategia nacional, el secretario de Estado anunció que en la segunda quincena del mes de junio debe comenzar a dar sus primeros pasos el Fondo Nacional de Empleo, un mecanismo diseñado para financiar proyectos y programas que contribuyan a crear puestos de trabajo.
Contará con un respaldo este año de 27 mil millones de kwanzas (más de 31 millones de dólares) y debe permitir adelantar en el propósito de brindar formación profesional a unas 460 mil personas hasta 2027.
Filipe explicó que a partir del próximo ciclo no solo recibirán la capacitación, sino que serán beneficiadas con un estipendio que corresponderá a un 60 o un 70 por ciento del salario mínimo nacional. Esto contribuirá a evitar el abandono de los programas de formación, puntualizó el secretario de Estado, quien comentó que la permanencia es una de las dificultades que han afrontado en este tipo de acciones hasta el momento.
Refirió que el Fondo igualmente respaldará otros proyectos, como las pasantías profesionales en diferentes entidades, para lo cual se establecieron acuerdos con centros de formación y empresas, las cuales recibirán a los becarios en este periodo de prácticas.
Las entidades involucradas en este tipo de actividad tendrán beneficios fiscales, adelantó el funcionario, y dijo que el Ejecutivo prevé financiar entre 34 mil y 38 mil pasantías profesionales cada año.
Filipe mencionó que en las experiencias anteriores de pasantías, alrededor del 70 por ciento de los practicantes fueron contratados, de ahí que haya altas expectativas con este nuevo impulso.
El secretario de Estado también aludió a otra variante que pretende aplicar el Ejecutivo para facilitar el acceso al empleo, fundamentalmente de los jóvenes, y son los contratos locales.
En este ámbito precisó que la idea es apoyar la creación de cooperativas para brindar servicios, y favorecer el establecimiento de contratos con las municipalidades que serían pagados a través del Fondo Nacional de Empleo.
Sería un contrato por un tiempo determinado de unos seis meses, pero les permitiría a ellos ganar experiencia y ocupar un lugar en el mercado del trabajo para luego caminar con piernas propias, sostuvo el funcionario, quien añadió que se espera que al menos 31 mil jóvenes se beneficien hasta el 2027.
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