En una actividad cultural realizada la víspera en la sede de la misión diplomática del país azteca en Roma, presidida por los embajadores de Cuba y México, Mirta Granda y Carlos García de Alba, respectivamente, se destacó el significado de dicho reconocimiento.

El diplomático mexicano resaltó el esfuerzo de ambas naciones latinoamericanas para alcanzar ese logro, con la presentación de conjunto ante la Organización de Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (Unesco), de un expediente que llevó como título Bolero: Identidad, Emoción y Poesía hecho canción.

La Unesco escogió el 5 de diciembre de 2023 a ese género musical para sumarlo a su relación de tesoros inmateriales, un patrimonio precioso fruto del encuentro milenario de culturas diversas, tradición viva que encierra la esencia misma de la identidad latinoamericana, en particular la cubana y la mexicana, expresó García de Alba.

Por su parte, Granda manifestó que la música es el alma de los pueblos, como dijo el insigne patriota de su país, José Martí, y en la del cubano “vive arraigado el bolero como legado de la auténtica expresión poética y musical de la cancionística” de esa nación.

Entre sus más altos exponentes citó a José “Pepe” Sánchez, Sindo Garay, Manuel Corona, Miguel Matamoros, Benny Moré, Cesar Portillo de la Luz, Vicentico Valdés, María Teresa Vera, José Antonio Méndez, Omara Portuondo, Elena Burke, Marta Valdés e Ivette Cepeda, entre muchos otros cantautores e intérpretes cubanos de todos los tiempos.

No podemos olvidarnos, según dijo, de las 36 ediciones del Festival Boleros de Oro, catedral musical que consagra sus mejores galas para que rejuvenezca año tras año el bolero, la melodía de nuestros recuerdos, desde que en 1885 el santiaguero Pepe Sánchez compuso Tristezas.

La embajadora recordó que desde 2021 este género fue proclamado en Cuba como Patrimonio Cultural de la Nación, por lo que quedó oficializado en ese lugar cimero, junto a la rumba y el punto cubano. El bolero, según dijo, se convirtió en “un alto representante de la cultura cubana, que se difundió por América Latina, como componente fundamental de su canción sentimental, uno de los géneros más gustados a nivel mundial, que hace “valer el papel de la música como lenguaje universal que contribuye a hermanar aún más a los pueblos”.

La parte cultural del evento contó con las interpretaciones de la cantante cubana Laraine Cañizares, junto al guitarrista Elías Catasus, de los boleros Veinte años, Convergencia, Dos gardenias, Como fue y A mi manera.

Por su parte la mexicana Georgina Trujillo, acompañada por el guitarrista colombiano Francisco Echeverry, cantó los boleros Perfidia, Amar y vivir, Contigo aprendí, Bésame mucho y Acércate más.

Al terminar este «viaje musical entre Cuba y México», los embajadores de ambos países anunciaron la celebración cada 5 de diciembre de actividades en esta nación, patrocinadas por ambas misiones diplomáticas en homenaje a “su majestad, el bolero”.

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