La ministra de Salud etíope, Mekdese Daba, al intervenir en el cónclave que sesiona del 27 de mayo al 1 de junio dijo que su país cree firmemente que esos servicios son derechos humanos fundamentales para los ciudadanos, citó aquí el medio Fana Broadcasting Corporate.
Daba consideró que el acceso a la atención sanitaria internacional no debe dejar a nadie atrás y que debe ser de calidad para todos sin discriminación ni límites.
En el caso de Etiopía, reveló los resultados notables en sus operaciones de salud centradas en la familia, particularmente en el programa de extensión en términos de crear conciencia y brindar servicios básicos a los ciudadanos de áreas rurales y remotas.
Resaltó un logro significativo en la mejora de la salud materna e infantil y la reducción de su tasa de mortalidad, así como la prevención y control de enfermedades infecciosas, incluida la Covid-19.
«Pero todavía tenemos que hacer mucho para construir un sistema de salud resiliente que ayude a mejorar la capacidad del país para responder inmediatamente a las amenazas», subrayó.
Abordó además los desafíos para brindar servicios de salud equitativos y de calidad a los ciudadanos de los países en desarrollo, incluso Etiopía, debido a recursos insuficientes y razones relacionadas.
En ese sentido, hizo un llamado a los socios y partes interesadas internacionales, incluida la Organización Mundial de la Salud, a apoyar los esfuerzos para garantizar servicios equitativos y de calidad en los países.
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