Un análisis realizado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud destacó que las hostilidades en curso en esa nación africana están empeorando las causas de la desnutrición infantil.
La guerra que dura un año también está afectando gravemente la entrega de suministros humanitarios, dejando a innumerables mujeres y niños sin acceso a alimentos y apoyo nutricional vitales.
En Darfur Central se estima que la desnutrición aguda es del 15,6 por ciento entre los menores de cinco años, mientras que en el campamento de ZamZam es cercana al 30 por ciento.
La situación se ha deteriorado en los últimos meses y no hay señales de que vaya a disminuir debido a la persistencia del conflicto y a las graves dificultades para el acceso humanitario.
Según los expertos, la desnutrición aguda pone en peligro la vida, y los niños desnutridos tienen hasta 11 veces más probabilidades de morir.
Los niveles de desnutrición son particularmente preocupantes entre las madres embarazadas y lactantes, alertaron los especialistas.
Un examen realizado el mes pasado por Médicos Sin Fronteras en el campamento de ZamZam, en el norte de Darfur, encontró que más del 33 por ciento de las mujeres embarazadas y lactantes están desnutridas, lo que indica que probablemente estén sacrificando sus propias necesidades para alimentar a sus hijos.
Esta situación plantea un riesgo increíble no sólo para la salud de las madres, sino también para la próxima generación de niños de Sudán, apuntaron.
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