El Diario El Salvador muestra en su portada varios informes sobre el discurso en los que destaca que según el jefe de Estado, tras lograr la seguridad en el país, ahora vienen acciones para «arreglar y sanar» la economía de El Salvador, el principal problema de la nación.
Ahora que ya arreglamos lo más urgente, que era la seguridad, vamos a enfocarnos de lleno en los problemas importantes, empezando por la economía, dijo Bukele en su mensaje reseñado por la publicación.
Así como lo hicimos con la inseguridad, exactamente como hicimos este país seguro, vamos a hacer este país próspero, pero para eso necesitamos que cada uno defienda cada decisión que se tome, puntualizó durante su discurso.
La intervención del gobernante, ataviado con una chaqueta de estilo napoleónico, es destacada también por el diario El Mundo que en su aproximación al tema indicó que Bukele dijo que El Salvador “ya se curó» del cáncer de las pandillas y pide defender ese legado.
“El país ya se curó de las pandillas, ahora quiere curarse de la mala economía… En dos años le dimos vuelta a una situación que llevaba medio siglo de violencia”, fueron dos de sus mensajes divulgados por el diario.
Precisó el periódico que el presidente manifestó que el país ya se libró de la inseguridad y que la solución fue propia, sin recetas extranjeras, con resultados que ni siquiera ellos mismos hubieran “soñado”.
También El Mundo abordó el respaldo del presidente de la Asamblea Legislativa, Ernesto Castro, al asegurar que en este nuevo período presidencial se consolidarán «las bases que se han formado en estos primeros cinco años» de gobierno de Bukele.
El dirigente del Poder Legislativo aseveró que apoyarán todas las iniciativas del presidente para contribuir a «levantar la economía del país» y dijo sentirse «contento» con el anuncio de una apuesta económica durante este segundo período presidencial.
Mientras La Prensa Grafica (LPG) estimó que el discurso que dio el mandatario en el balcón del Palacio Nacional no es alentador, promete que buscará mejorar la economía, pero los salvadoreños deberán seguir haciendo sacrificios. “Una fiesta con muchos aplausos, ruido y muy pocas palabras”, valoró la publicación.
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