La mayor parte radica en California, (un millón 152 mil 699), Texas (182 mil 655), Florida (165 mil), New York (158 mil 461), New Jersey (157 mil 29), Maryland (134 mil 300), Virginia (110 mil 100), Nevada (107 mil 577) y Georgia 101 mil 981, detalló la cartera de Relaciones Exteriores.
Con menor incidencia de este territorio centroamericano en los Estados de New Hampshire, 934; Maine, 637; Montana, 500; Nuevo México, 492; Vermont, 396; Alaska con 360, entre otros, precisó la información en el sitio web del organismo.
En Islas Vírgenes Estadounidenses hay 50 guatemaltecos y en el asociado Puerto Rico 800, a partir de los datos actualizados con cierre abril del presente año.
El Ministerio de Relaciones Exteriores del país dispone de 25 consulados activos en aquella nación norteña, los cuales apoyan a los migrantes con los trámites correspondientes.
Guatemala, con poco más de 17 millones de habitantes, aparece como la segunda de América Latina con más remesas familiares recibidas en los últimos años, después de México.
Estimaciones describieron 1,3 millones de chapines viviendo en Estados Unidos en 2020, un 44 por ciento más que en 2013, por arriba de la mitad en condición de irregulares.
Las remesas, principal motor de la economía del país, dejarían en 2024, igual que en ocasiones anteriores, bien por detrás a las exportaciones dominantes en el comercio exterior, como vestuario, café y banano.
El valor mensual de transferencias en la nación de enero a diciembre del año pasado fue de mil 500 millones, lo que constituyó unos 50,1 millones diarios, dos millones cada un minuto, de acuerdo con datos oficiales.
La llegada de divisas devino récord histórico al concluir 2023, con 19 mil 804 millones de dólares, y las autoridades financieras prevén para 2025 unos 22 mil 987, con una subida entre cuatro y 7,5 por ciento, con un promedio del seis.
Destacan, en cambio, los 19 mil 337 guatemaltecos retornados vía aérea desde Estados Unidos hasta marzo pasado, un alza de 69,2 por ciento contra el primer trimestre de 2023.
En Guatemala sobresalen las familias completas, incluso niños sin compañía, dispuestos, al menos una vez, a cruzar ríos, desiertos, ciudades desconocidas y zonas controladas por narcotraficantes.
La violencia, inseguridad y las condiciones económicas –señalan entendidos- los impulsan a emprender el camino hacia el norte, a falta de políticas integrales para enfrentar esos fenómenos, sobre todo dirigidas a las comunidades rurales.
En adición, varias entidades coinciden en alertar sobre los efectos negativos del cambio climático en el Corredor Seco, que comprende 12 de los 22 departamentos del país.
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