La formal ceremonia es antesala del proceso de trasmisión de mando al nuevo Ejecutivo por parte de la administración que finaliza, a cargo de Laurentino Cortizo.
El pasado 5 de mayo, en comicios generales de una sola vuelta, el abanderado de los partidos Realizando Metas y Alianza se convirtió en el nuevo presidente del pais istmeño al recibir 778 mil 763 votos(34,2 por ciento).
Los sufragios se celebraron en momentos en que Panamá sufre los embates de una arraigada corrupción, de una sequía que redujo el tránsito de buques por el Canal, motor de su economía, y una creciente ola de migrantes que rumbo a Estados Unidos, cruza la selva del Darién, en la frontera con Colombia.
Los comicios, según analistas, estuvieron marcados por la influencia del exmandatario Ricardo Martinelli(2009-2014), quien designó a Mulino como su sustituto cuando fue inhabilitado al ser condenado a más de 10 años de cárcel por lavado de dinero y luego asilarse en la embajada de Nicaragua en esta capital.
En la jornada de mayo, con una participación de 77,6 por ciento, los panameños eligieron, además de presidente para los próximos cinco años, 71 diputados, alcaldes y otras autoridades de gobiernos locales.
Mulino ya completó los nombramientos de los ministros y viceministros que lo acompañarán en el Gabinete, por instalarse a partir del 1 de julio.
Durante la campaña electoral, el ahora nuevo mandatario hizo alusión a que el Ejecutivo iba a estar conformado por los mejores, vengan del partido que vengan o independientes.
Al presentar a los primeros 14 de 17 integrantes del Consejo de Ministros dijo que es la combinación de experiencia, juventud y competencia que el país necesita para enfrentar los grandes retos que se avecinan, que son muchos.
Entre esos desafós sobresale la evaluación de la calificadora de riesgo Fitch Ratings que redujo el grado de inversión al país centroamericano, evaluación relacionada con la política fiscal, los ingresos y gastos del Gobierno, la deuda pública, la recaudación de impuestos, la evasión y la sostenibilidad fiscal.
De acuerdo con el estudio, el acelerado crecimiento de la deuda pública total limitará los planes de inversión, pues ese indicador superaba la barrera de los 50 mil millones de dólares, luego de incrementarse en 772 millones de dólares en un mes.
Otro desafío es la crisis del programa de Invalidez, Vejez y Muerte de la Caja del Seguro Social, producto de la drástica disminución de las reservas para cubrir el pago de las jubilaciones y pensiones.
Igualmente, la falta de proyectos que garantizan el suministro de agua potable y las operaciones del Canal de Panamá son temas que podrían limitar la ejecución del próximo Ejecutivo.
Además, sobresale la decisión del cierre de Minera Panamá, filial de la transnacional canadiense First Quantum, tras el fallo de inconstitucionalidad emitido por la Corte Suprema de Justicia el 28 de noviembre de 2023, lo que para Fitch fue el punto que llevó al límite la falta de gobernanza.
Sobre esa coyuntura, Mulino ha señalado que es partidario de permitir la reapertura de la mina, pero solo para generar los recursos que se necesitarán para financiar el plan definitivo de cierre.
Voceros de First Quantum han expresado su deseo de negociar con el nuevo Gobierno, sin embargo, Mulino dejó claro que no existe ninguna posibilidad de diálogo mientras la compañía mantenga vigentes las dos demandas de arbitraje internacional contra Panamá.
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