Ahora mismo el sentimiento colectivo es el mismo: frustración, impotencia, angustia, asegura el artículo de fondo titulado “La violencia se desborda y la Asamblea (Legislativa) sigue inerte”.
Según Delfino, aceptar esa crisis pareciera ser la única alternativa viable en un país donde “ya todo el mundo da por un hecho que el 2024 volverá a registrar un récord de homicidios, como si no quedara más que resignarse”.
La publicación cuestiona la posición de circunscribir al sicariato (asesinato por encargo) esa violencia que “se está desbordando por todos lados”, y cita varios hechos de sangre ocurridos en las últimas horas, como el de una mujer cuya cabeza lanzaron a una vivienda.
Algún ingenuo e imprudente dirá “era una muchacha que vivía en la calle, que estaba en drogas”, tratando, tal vez, de poner distancia con el tema” –reflexiona el periódico-, pero una vecina entrevistada por el canal Repretel puso los hechos en su adecuada dimensión: “No solo aquí, en todo el país se vive esto”.
De acuerdo con Delfino, es el mejor ejemplo de que no hay muro ni condominio que te salve: “en una sociedad violenta, la violencia alcanza a todos tarde o temprano”.
La sociedad –asegura el diario- “se ha venido desintegrando” y nos volvimos burbujas que no quieren saber nada de quién piense distinto, mientras la violencia tratada en las redes, “es la misma con la que se resuelven los conflictos. Todo el año –subraya- sobran videos de gente sacando armas para asustar en conflictos viales”.
«Estamos ya en un claro punto de ebullición social, en el que se nos terminó de descomponer el asunto. Encima el panorama a futuro no luce nada alentador y en la Asamblea (Legislativa) no se registran señales de vida”, sostiene el editorial del periódico costarricense.
La gente ve cómo sus barrios, antes relativamente tranquilos –describe- hoy aparecen en las noticias por crímenes al estilo de los cárteles mexicanos, «mientras nuestro primer poder de la república está prácticamente paralizado, no solo por una escasa convocatoria de proyectos del Ejecutivo».
mem/apb
