Esta situación fue evidenciada en una consulta de la Universidad de El Salvador (UES) según la cual la alimentación es el principal gasto para un 70.74 por ciento de los que viven en el occidente del país.
La pesquisa de investigadores de la Facultad Multidisciplinaria de Occidente de la UES, titulada “impacto del aumento de los precios de la canasta básica”, mostró que apenas el 7,6 por ciento identificó el pago de servicios como el principal gasto de su hogar.
Parte de la labor del Centro de Investigación Multidisciplinario (CIMU) de la universidad, el muestreo tomó en cuenta la opinión de mil 507 personas residentes en los departamentos de Santa Ana, Ahuachapán y Sonsonate (occidente), de los cuales un 7.3 por ciento sostuvo que la educación es el principal factor de sus gastos.
En general los datos recopilados reflejan que el incremento en el costo de los alimentos impacta directamente en las familias, ya que es el gasto al que más recurren y destinan sus ingresos.
“Esto es más severo cuando ocurre en un país donde la estructura económica y los procesos de acumulación tienen espesores amplios, con sectores demográficamente reducidos, pero con amplios ingresos y que superan ampliamente los ingresos de las mayorías”, puntualizó el documento.
El impacto de la alimentación se manifestó además cuando un 95 por ciento de los consultados coincidió en que los precios de los productos incrementaron durante el periodo analizado, mientras que un 93.83 por ciento indicó que la canasta básica tuvo la misma tendencia alcista.
Los académicos de la UES coincidieron en la necesidad de establecer medidas de acompañamiento por parte del gobierno a nivel nacional y local, con el objetivo de apoyar a aquellos sectores que son más afectados por el alza en el costo de los alimentos.
En su segundo mandato iniciado el 1 de junio el presiente Nayib Bukele dijo que priorizará la recuperación económica del país aunque tenga que tomar medidas drásticas que denominó “medicina amarga”.
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