Un total de 11 vehículos aéreos no tripulados fueron interceptados sobre la península de Crimea; ocho sobre el mar de Azov; seis en el territorio de Krasnodar; dos en la provincia de Bélgorod; y uno más, en la de Rostov del Don, precisó el ente castrense en su página oficial de Telegram.
Igualmente, el Ministerio de Defensa ruso calificó estos ataques de los militares ucranianos como «terroristas», que tienen como fin dañar la infraestructura civil y energética en el interior del territorio de la Federación.
Los territorios rusos limítrofes con Ucrania, como Bélgorod, Briansk, Kursk y Vorónezh, así como la república de Crimea, denuncian regularmente impactos de proyectiles, incursiones de drones y otros ataques desde el otro lado de la frontera, que obligan a la población a buscar refugio en otros lugares.
La provincia de Bélgorod ha sido la más afectada, con varias incursiones de grupos de sabotaje desde Ucrania en los últimos meses y continuos ataques a municipios fronterizos con el uso de lanzacohetes múltiples, morteros y drones.
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