El hombre de Maisinicú, dirigido por Manuel Pérez, llevado a las salas cubanas en 1973, recrea la vida de Alberto Delgado, agente de la Seguridad del Estado, interpretado por Sergio Corrieri (La Habana, 1938-2008).
La obra de Mitchell Lobaina se estrena simultáneamente en diversas salas de Cuba, en homenaje al aniversario 63 del Ministerio del Interior.
Además, forma parte del programa del festival de verano, iniciativa del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic), que cumple sus primeros 65 años.
También rinde tributo a medio siglo de esa gloria del séptimo arte cubano: El hombre de Maisinicú. Su realizador afirmó a la prensa que el objetivo principal es acercar el filme a los jóvenes, como una necesidad de redescubrirlo continuamente.
En la premiere estaban presentes Alexis Triana, presidente del Icaic, la primer coronel Dorisbel Martín, jefa del Ministerio del Interior en la provincia e integrantes del equipo de realización.
Junto al río Guaurabo y cerca de la finca Maisinicú, donde fuera asesinado Alberto Delgado, fue erigido un conjunto monumentario. Descubierta su identidad por bandidos al mando de Cheíto León y Rubén Cordobés en la noche del 28 de abril de 1964 fue ultimado.
Alberto (El Enano, para la Seguridad) se enfrentó y sufrió en solitario diversos vejámenes y torturas de los bandidos y colaboradores, quienes no pudieron arrancarle información sobre su actividad como agente de la Seguridad del Estado.
Según la crítica, uno de los elementos que benefició su éxito fue la narración muy cerca a los códigos del cine histórico que predominaba en los años 70, además de ser muy contemporáneo y vigente para los espectadores cubanos.
La trama se basa en un personaje real: Alberto Delgado, un campesino que en 1964 se hizo pasar por administrador de la finca Maisinicú. Su propósito era descubrir las actividades antigubernamentales de los llamados alzados que patrocinaba la Agencia Central de Inteligencia, de Estados Unidos.
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