Según la vocera rusa, la decisión de Vilna muestra el deseo persistente de continuar «una línea destructiva» hacia una ruptura completa de las relaciones comerciales y económicas bilaterales.
Es poco probable que tales “tiros en el pie”, aún si consiguen la aprobación de los patrocinadores de Vilna en el extranjero, tengan un impacto significativo en la cooperación económica entre nuestros países, que de hecho ya ha sido restringida por su iniciativa, dijo Zajárova.
Recordó que la cuota total de Lituania en el volumen total de comercio exterior de Rusia es inferior al 0,2 por ciento, por lo que no se aprecian efectos negativos de las sanciones lituanas en la economía rusa.
En abril, el Parlamento lituano aprobó una ley que prohíbe la importación de productos agrícolas y piensos procedentes de Rusia y Belarús.
La lista de productos prohibidos aprobada por el Gobierno lituano entró en vigor el 3 de junio e incluye 24 grupos de mercancías como animales vivos, carne, pescado, leche y productos lácteos, huevos, miel, frutos secos, verduras, frutas, bebidas alcohólicas y no alcohólicas, productos del tabaco y otros.
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