Según el portal Brasil de Fato, el paro comenzó a mediados de abril y resultó intenso cuando el Gobierno firmó un acuerdo con la Federación de Sindicatos de Profesores y Profesoras de Instituciones Federales de Enseñanza Superior y de Enseñanza Básica Técnico y Tecnológico (Proifes).
El compromiso también detalla lo que el Ministerio de Educación define como «reestructuración en la progresión entre los diferentes niveles de la carrera», que garantizaría una elevación de salario para profesionales en inicio de carrera.
Para el Sindicato Nacional de Docentes de las Instituciones de Enseñanza Superior (Andes), sin embargo, esa valorización ocurriría «a expensas de una desestructuración más», pues habría una reducción en el número de grados que la carrera posee actualmente, pasando de 13 a 10.
En un comunicado difundido el pasado 28 de mayo, el Sindicato Nacional de Servidores Federales de la Educación Básica, Profesional y Tecnológica (Sinasefe) remarcó que «la huelga no ha terminado».
También en un documento, la cartera de Educación reforzó que está «siempre abierto al diálogo, franco y respetuoso, por la valorización de los servidores».
En ese pacto se pronosticó un nueve por ciento de aumento salarial en enero de 2025 y 3,5 en mayo de 2026, pero sin reajuste para este año, punto que genera embates con otras entidades del gremio.
Por un lado, están la Proifes y la administración de Lula y, por otro, el Andes y el Sinasefe.
Estos dos últimos tienen puntos diferentes en su agenda de inacción, pero comparten el rechazo por la previsión de reajuste cero en 2024.
La crisis terminó en el Tribunal Federal, que suspendió los efectos del convenio bajo el argumento de que la Proifes no tendría legitimidad para actuar en el caso por no tener registro sindical, lo cual retiraría de la entidad la posibilidad de representar jurídicamente la categoría.
El enfrentamiento vivió otro capítulo en una reunión celebrada el 4 de junio, después que el Gobierno negara de nuevo la posibilidad de reajuste para el actual calendario.
Líderes de los Andes y Sinasefe se negaron a salir del edificio del Ministerio de Gestión e Innovación en la capitalina Explanada de los Ministerios, hasta que una nueva cita de negociación fuera programada.
Tal grupo hizo una vigilia temporal en el lugar para presionar al Gobierno y salió con la previsión de encuentros los días 11 y 14.
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