El informe estima casi 400 millones de niños menores de cinco años sufren estos castigos mientras que otros 330 millones son reprendidos con medios físicos.
La directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell, aseguró que estos métodos puede socavar el sentido de autoestima y desarrollo de los menores.
De acuerdo con la experta, las consecuencias son peores cuando los niños son sometidos a abuso físico o verbal en el hogar, o cuando se les priva de atención social y emocional por parte de sus seres queridos.
El estudio reveló además que muchos niños pequeños se ven privados de juego, estimulación e interacción con sus padres y cuidadores.
Aunque cada vez más países prohíben el castigo físico contra los niños en el hogar, alrededor de 500 millones de menores de cinco años siguen sin protección legal adecuada.
Las normas sociales dañinas subrayan las prácticas violentas de crianza infantil, dijo Unicef luego de que más de la cuarta partes de las madres y cuidadores principales expresaran que el castigo físico es necesario en la crianza.
Otros datos aseguraron que cuatro de cada diez niños de dos a cuatro años no reciben suficiente estimulación en el hogar, lo que indica negligencia emocional.
Esta tendencia, añadió Unicef, puede conducir a desapego, inseguridad y problemas de comportamiento en la edad adulta.
De la misma forma, uno de cada diez niños no participa en actividades con sus cuidadores que son fundamentales para el desarrollo, como leer, contar cuentos, cantar y dibujar.
“La crianza cariñosa y lúdica puede brindar alegría y también ayudar a los niños a sentirse seguros, aprender, desarrollar habilidades y navegar por el mundo que los rodea”, consideró al respecto Russell.
Frente a esos resultados, Unicef llamó a los gobiernos a fortalecer los marcos legales y proporcionar mayores inversiones en programas de crianza basados en evidencia y espacios de juego para niños.
“En el primer Día Internacional del Juego, debemos unirnos y renovar el compromiso de poner fin a la violencia contra los niños y promover cuidados positivos, cariñosos y lúdicos”, agregó la titular de Unicef.
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