Según un nuevo estudio publicado en Nature Microbiology, las Pelagophyceae se encuentran entre las algas más abundantes en la Tierra, y aunque antes no se sabía que fueran productoras importantes de DMSP, es considerado actualmente un compuesto de antiestrés abundante, fuente de alimento para otros microorganismos y de gases que refrigeran el clima.
Además, el DMSP que produce esa alga es la principal fuente de un gas activo para el clima llamado dimetilsulfuro, que se conoce como el olor de la playa.
Los expertos encargados de la indagación, pertenecientes a la Universidad de East Anglia en Londres y la Universidad Oceánica de China, recalcaron que la producción de dimetilsulfoniopropionato, y en consecuencia la liberación de dimetilsulfuro (DMS), es probablemente mayor de lo que se había predicho y enfatiza el papel clave de los microbios en la regulación del clima global.
Además, señalan, el dimetilsulfuro también actúa como una molécula de señalización, guiando a los organismos marinos hacia su alimento y disuadiendo a los depredadores.
“Cuando el DMS se libera a la atmósfera, sus productos de oxidación ayudan a formar nubes que reflejan la luz solar lejos de la Tierra, enfriando efectivamente el planeta y esencial para regular el clima de la Tierra”, explicaron.
También es muy importante para el ciclo global del azufre, ya que representa la principal ruta por la que el azufre de los océanos regresa a la tierra.
El estudio indica que con los nuevos hallazgos será posible predecir el comportamiento de estas algas, encargadas de modificar el ecosistema, formar mareas marrones e impactar en el cambio climático global.
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