La demanda máxima “no se vislumbra en el horizonte”, sustentó el directivo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), en contraposición a los cálculos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), creada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Según predicciones de Occidente, la demanda de crudo alcanzará su punto máximo antes de 2030 e incluso podría reducirse en más de un 25 por ciento para esa fecha, lo cual marcaría una nueva tendencia histórica.
En opinión de Al Ghais, las narrativas de la AIE sobre el tema son peligrosas, en especial para los consumidores, y podrían elevar la volatilidad energética a una escala sin precedentes en el planeta.
Muchos pronósticos sobre futuros netos cero están centrados casi exclusivamente en la sustitución de los hidrocarburos, pero ellos representan más del 80 por ciento de la combinación energética mundial actual, recordó el experto, quien abogó por análisis realistas con datos objetivos.
En la actualidad, abundó, las instalaciones eólicas y solares suministran en torno a cuatro por ciento de la energía a escala global, mientras los vehículos eléctricos tienen una penetración de dos a tres por ciento, a pesar de que el mundo invirtió más de 9,5 billones de dólares en la transición energética durante las últimas dos décadas.
Todos queremos reducir las emisiones, pero al mismo tiempo todos necesitamos un suministro de energía amplio, fiable y asequible; ambas cosas no pueden disociarse; por el contrario, nuestro futuro energético debe centrarse en el panorama completo y no en uno parcial e incompleto, señaló.
Al Ghais llamó a tener en cuenta que el crecimiento futuro de la demanda de energía y petróleo responderá principalmente a las necesidades del mundo en desarrollo no perteneciente a la OCDE, debido al aumento de la población, la expansión de la clase media y el desenvolvimiento de las economías.
De aquí a 2045, ilustró, la demanda de petróleo fuera de la OCDE crecerá en más de 25 millones de barriles al día (mb/d), con China como principal destino.
Miles de millones de personas en países pobres aún carecen de acceso a servicios energéticos modernos; para ellas su futuro energético no pasa por el consumo neto cero, ni por decidir la compra de un vehículo eléctrico, sino en cómo poder encender una luz, cocinar de manera limpia o disponer de un medio de transporte motorizado para ir y volver del trabajo o la escuela, sopesó el experto.
Dadas las tendencias reales, sintetizó, la OPEP revisó al alza sus expectativas de demanda de petróleo hasta 116 mb/d en 2045, y existe la posibilidad de que este nivel sea aún mayor.
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