Tal como lo adelantó, quien fuera ministro de Seguridad del exmandatario Ricardo Martinelli (2009-2014) nombró como titular de la Policía Nacional al ingeniero industrial Jaime Fernández, un civil, como lo prometió en campaña, según aseveró.
Este año, el Procurador de la Nación, Javier Caraballo, señaló que el crimen organizado trasnacional, relacionado al narcotráfico, representa el principal reto del país.
En ese sentido, recalcó que se debe preservar la paz social y la democracia a través de la lucha contra el narcotráfico y de la criminalidad, y para ello realizar todas las inversiones necesarias para perseguir el delito.
El futuro jefe de Estado mantuvo como director del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), a Jorge Luis Gobea por su experiencia para enfrentar la creciente migración irregular.
El nuevo jefe de Estado antes había presentado al designado ministro de Seguridad, Frank Ábrego-primer director de Senafront-,, quien a preguntas de la prensa, ratificó el proyecto de cerrar la frontera con Colombia en la selva de Darién, vía de tránsito de más de 170 mil viajeros ilegales en lo que va de año rumbo a Estados Unidos.
Sobre las instituciones de la Fuerza Pública, el abanderado del partido Realizando Metas y Alianza, ganador en las urnas en comicios generales el pasado 5 de mayo, había adelantado que las libraría de la corrupción y el narcotráfico, además de dotarlas de conocimiento, capacitación y apoyo para combatir el delito y brindar respuesta rápida a las demandas diarias. Además, Mulino nominó a Jaime Trujillo y al comisionado Óscar Beitia como director general y subdirector general, respectivamente del Sistema de Protección Institucional (SPI), guardia presidencial; y antes designó al oficial de policía Roger Mojica al frente del Servicio Nacional de Migración.
Mulino también designó en el Servicio Nacional Aeronaval (Senan) a Luis De Gracia, quien perteneció a su escolta personal cuando fue ministro y es piloto de helicópteros.
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