Según se desprende de un decreto publicado este jueves en el portal oficial de Internet de información jurídica, el documento extendido prohíbe el suministro de petróleo ruso si los contratos prevén directa o indirectamente la utilización del tope de precios impuesto por los países occidentales.
El decreto de Rusia entró en vigor el 1 de febrero de 2023 e inicialmente debía ser válido hasta el 1 de julio de 2023. Sin embargo, la medida se prorrogó después varias veces. Según el último decreto presidencial, las medidas de respuesta debían estar en vigor hasta el 30 de junio de 2024.
El 5 de diciembre de 2022 entró en vigor el embargo de la Unión Europea (UE) a los envíos de petróleo ruso por mar.
Los países del G7, la UE y Australia impusieron un precio máximo al petróleo ruso suministrado por mar de 60 dólares por barril para sus buques y territorios subordinados.
A partir del 5 de febrero de 2023, restricciones similares afectaron al suministro de productos petrolíferos procedentes de Rusia. Los límites se fijaron en 100 y 45 dólares por barril en función de la categoría de los productos petrolíferos. Para modificar estas sanciones se requiere el acuerdo de todos los miembros del G7 y de la UE.
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