Los infectados por la enfermedad parasitaria, que desarrolla en las lesiones del infectado unas 150 larvas en tres días, proceden de las regiones de Coto Brus, Golfito, Corredores de Puntarenas, en el Pacífico, y de la zona de Los Chiles en Alajuela.
Uno de los pacientes fue atendido en el Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología Raúl Blanco Cervantes por afecciones en la nariz y la boca, donde se le detectaron varias larvas, cuyas muestras fueron destinadas al Laboratorio de Servicios Veterinarios de Salud Animal.
La llamada “Miasis por Gusano Barrenador”, enfermedad parasitaria causada por la fase de larva o gusano de la mosca Cochliomyia hominivorax, infecta partes profundas de tejidos como la piel y las cavidades ocular, oral, nasal y genital.
Las lesiones provocadas son graves, causan la pérdida de la función del órgano parasitado y pueden originar la muerte en los casos más severos, precisan especialistas.
Los síntomas de esta enfermedad incluyen la presencia de protuberancias dolorosas en la piel, que pueden secretar líquidos, aunque, a medida que la larva crece, puede ser visible bajo la piel y a menudo sentirse su movimiento.
El tratamiento implica la extracción quirúrgica de la larva, seguida de cuidados locales para prevenir la infección.
Los estudios carecen de evidencia precisa sobre desde cuándo existe el GBG en América, pero algunas coincidencias sugieren su presencia desde que el colonizador español Hernán Cortés invadió y conquistó México en 1519.
Según el Organismo Internacional de Energía Atómica, el GBG fue erradicado del sur de Estados Unidos, México y la totalidad de América Central, mediante un proyecto que inicio en 1957 y concluyó con éxito en 2004 con la erradicación de la plaga en Panamá.
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