Para algunos analistas, tras la decisión de Camacho comunicada a la dirección de RM, que lidera el expresidente panameño Ricardo Martinelli (2009-2014) condenado a más de 10 años de cárcel por lavado de dinero y asilado en la embajada de Nicaragua en esta capital, el nuevo candidato de consenso podría ser el diputado Ariel Vallarino.
Este cambio, apenas a solo 12 días del inicio de sesiones ordinarias y la elección de la junta directiva del pleno, permitirá al presidente electo de la República, José Raúl Mulino, contar con un mayor respaldo del Legislativo para sus diversos proyectos, algunos muy complejos como la convocatoria a una Constituyente.
Para muchos, la declinación de Camacho no es una sorpresa, pues el pasado fin de semana admitió que en la bancada se estuviesen dando movimientos para armar una nueva estrategia de cara a la instalación de la AN.
En su momento la mano derecha de Martinelli que popularmente llaman “el mejor amigo”, afirmó que las decisiones políticas las toma personalmente y siempre, tanto Martinelli como Mulino han respetado eso.
La apuesta de RM de buscar una nueva figura se da luego de que otras fracciones legislativas podrían brindarles el respaldo que necesitan para obtener el control de la Asamblea.
El pasado 16 de mayo, la bancada avaló a Camacho como el candidato para presidir la AN y fue ratificado por la dirección de esa tolda, pero ahora deberán volver a reunirse los 18 diputados para oficializar a Vallarino.
Mientras que la directiva de RM podría estar echando por tierra la resolución en la que le pide a sus diputados, con amenaza de expulsión, apoyar a Camacho.
A pesar de que Vallarino no es del agrado de toda la bancada, cerrarían filas para respaldarlo, pues además cuenta con el apoyo del partido Alianza, quien le sumó más voto para lograr un curul el pasado 5 de mayo, en comicios generales.
La otra figura es el jefe de la bancada de RM, Alain Cedeño, pero según fuentes parlamentarias, no contaría con el espaldarazo de Alianza, que preside José Muñoz.
Para varios entendidos, la gobernabilidad en el istmo pasará definitivamente por el parlamento unicameral.
Analistas como Ramiro Guerra, de El Periódico de Panamá, estiman que de manera temprana , Mulino tendió puentes al movimiento Vamos que agrupa a los llamados diputados independientes y sostuvo reuniones con otras bancadas como las de Cambio Democrático, Panameñista, Movimiento Otro Camino, Partido Revolucionario Democrático y Partido Popular.
Luego de la instalación del Legislativo, el venidero 1 de julio, se le vienen grandes desafíos, por algunos proyectos de ley que están en cierne, como los referentes a la Caja de Seguro Social o posibles negociaciones con la trasnacional canadiense First Quantum, como lo han señalado asesores del Gobierno, con la idea de abrirla y después cerrarla.
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