Según el informe presentado este martes, resulta imprescindible un mercado interior de servicios financieros de la zona del euro mejor integrado para garantizar la capacidad de resistencia económica y financiera de la Unión Europa.
Esto es aún más crucial ante la creciente necesidad de inversiones para hacer frente a retos comunes como las transiciones ecológica y digital, la seguridad y el envejecimiento de la población, indicó el BCE, cuya sede central radica en la ciudad alemana de Fráncfort del Meno.
A juicio de la institución, la zona del euro mostró resistencia durante las crisis más recientes; sin embargo, “los avances en la integración financiera han sido decepcionantes”.
Los indicadores relativos a la integración en el campo de las finanzas disminuyeron significativamente en los dos últimos años, pero tampoco hubo aumentos importantes desde el inicio de la unión monetaria, juzgó el ente emisor.
En opinión del BCE, urge adoptar medidas para movilizar el ahorro disponible, desarrollar los mercados de renta fija y variable de la zona del euro y hacerlos más atractivos para los inversores extranjeros.
La consecución de un mercado de servicios financieros plenamente integrado requiere también facilitar la actividad bancaria transfronteriza y armonizar los marcos reguladores y los requisitos de información, abundó el organismo.
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