La paciente fue atendida en el hospital de Upala de aquella región por una lesión en la boca que produjo larvas y trasladada al hospital México del mismo territorio, tras confirmarse el viernes su diagnóstico de miasis (infestación humana por un animal vivo) en el Laboratorio Nacional de Servicios Veterinarios, agregó el canal.
El Ministerio de Salud confirmó esa primera muerte por el GBG en la joven, el séptimo caso en seres humanos confirmado en el país, mientras que los otros seis (en Coto Brus, Golfito, Corredores de Puntarenas, Santa Ana y Alajuela) fueron salvados.
Según esa cartera, la coordinación interinstitucional entre sus especialistas y los de la Caja Costarricense de Seguro Social y el Servicio Nacional de Salud Animal realizaron el abordaje y seguimiento epidemiológico del caso, cuya muerte es asociada a una complicación con enfermedades crónicas.
Dicho grupo institucional emitió, además, las recomendaciones de prevención y control, según lo indicado en el Lineamiento Nacional para la Vigilancia de Miasis por GBG en Humanos, garantizó el Ministerio de Salud.
La aparición en humanos en Costa Rica del GBG sumó el 14 de junio cinco contagiados, detectados en las regiones de Coto Brus, Golfito, Corredores de Puntarenas, en el Pacífico y en la zona de Los Chiles, en la norteña Alajuela.
Los infectados por la enfermedad parasitaria, que desarrolla en las lesiones unas 150 larvas en solo tres días, comprendieron un paciente con una lesión en la nariz y la boca, cuyas muestras fueron destinadas al Laboratorio de Servicios Veterinarios de Salud Animal.
Las lesiones provocadas son graves, causan la pérdida de la función del órgano parasitado y pueden originar la muerte en los casos más severos.
El tratamiento implica la extracción quirúrgica de la larva, seguida de cuidados locales para prevenir la infección.
De acuerdo con estudios, la miasis por el GBG es una enfermedad parasitaria causada por la fase de larva o gusano de la mosca Cochliomyia hominivorax y afecta a todos los animales de sangre caliente, comprendidos los humanos.
El mecanismo de transmisión es cuando la mosca deposita los huevecillos en heridas y/o mucosas de los orificios corporales, e invade tejidos vivos como la piel, la cavidad ocular, oral, nasal, genital y otras.
La sintomatología en humanos incluye dolor localizado, prurito intenso, malestar en la zona afectada, eritema y nódulos cutáneos, herida con supuración y protuberancia dolorosa con movimiento.
Los estudios carecen de evidencia precisa sobre cuándo apareció el GBG en América, pero algunas coincidencias sugieren que ya existía desde que el colonizador español Hernán Cortés invadió y conquistó México en 1519.
npg/apb