«Durante estos años en servicio, el compromiso y el deber han sido los pilares de mi desempeño como rey», destacó el soberano durante una ceremonia en el Palacio Real de Madrid.
Ensalzado por los conservadores del Partido Popular (PP) y la ultraderecha de Vox, pero también con buena sintonía mayoritaria con los socialistas del PSOE de Pedro Sánchez, el monarca fue objeto de reportajes en televisión alabando su quehacer.
Asumió la jefatura de Estado el 19 de junio de 2014, tras el anuncio de la abdicación de su padre Juan Carlos, involucrado en varios escándalos, entre ellos excesos en su vida privada y manejos financieros dudosos.
“Hoy me reafirmo con entusiasmo y determinación en aquel compromiso que ha permeado cada gesto y cada palabra en la década transcurrida’, valoró Felipe VI refiriéndose al compromiso que hizo al asumir la corona hace 10 años. ‘A la Constitución y a sus valores me he ceñido –y me ceñiré siempre– en el cumplimiento de mis responsabilidades. Son guía para el ejercicio de mis funciones’, puntualizó en un almuerzo junto a la reina Letizia y sus dos hijas, la princesa de Asturias, Leonor, su sucesora, y la Infanta Sofía.
Estuvieron presentes en el convite el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, varios de sus ministros, la titular del Congreso de Diputados y numerosas personalidades de la vida política y social de España.
Aunque su forma de actuar es valorada de forma positiva por el 47,4 por ciento de los españoles, según encuestas, partidos de izquierda, grupo independentistas y numerosos intelectuales consideran que la monarquía en España está obsoleta.
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