Los casos acogidos por dicha institución, que decidió hace poco mantener la declaratoria de emergencia para la atención a las listas para enfermos extremos, tienen que esperar un promedio de un año para ser atendidos, añadió el periódico.
La Caja Costarricense asumió esa determinación por la imposibilidad de atender a los asegurados de manera oportuna debido a la falta de especialistas, admitieron autoridades del organismo, aunque otras fuentes denuncian la incidencia del déficit de recursos.
Las insuficiencias de la CCSS por falta de fuerza calificada y medios financieros y materiales toman también cuerpo en la espera de 350 días para una consulta de nefrología en el Hospital Baltodano Briceño, de la nororiental urbe de Liberia, insiste La República.
Un desorden administrativo y la falta de personal en las instituciones de salud complican más las listas de espera del ente benéfico estatal, a lo que personal de esos centros y expertos nacionales agregan “una fuga de talentos del sector público hacia el sector privado”.
Las autoridades defienden la obligatoriedad institucional de garantizar «el derecho a la salud de la población bajo las acciones de adaptabilidad, accesibilidad, disponibilidad y calidad», pero “en medio de todo esto –subraya La República- hay pacientes que sufren dolores terribles o terminan muriendo por falta de atención”.
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