Desde inicios de su Gobierno, el mandatario prometió dos nuevas cárceles y recientemente el director del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI), Luis Zaldumbide, señaló que esa primera penitenciaría costará 52 millones de dólares.
El proceso de construcción de la instalación, a semejanza del modelo de las edificadas en El Salvador por Nayib Bukele, demorará alrededor de 300 días, por lo que la inauguración está prevista para 2025, declaró Zaldumbide.
En medio de la crisis de seguridad existente en el país, el mandatario también prometió otro centro carcelario en la provincia amazónica de Pastaza, pero según el gobernador de ese territorio Rolando Ramos, el proyecto está suspendido por el momento.
Anteriormente, la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana rechazó una prisión en Pastaza, territorio ocupado en gran parte por comunidades originarias, pues vulnera derechos a la consulta previa, libre e informada, como establece la Constitución.
Según el Gobierno, las nuevas prisiones tendrán capacidad para 736 presos, y estarán divididas en tres módulos: de alta seguridad (160 celdas con cuatro detenidos cada una), máxima seguridad (32 celdas con dos reos cada una) y supermáxima seguridad (32 celdas individuales para reclusos con un alto nivel de peligrosidad).
El presidente Noboa presentó la idea de construir las cárceles como parte del Plan Fénix, como denomina a su estrategia de seguridad, para recluir a líderes de las bandas criminales.
Para financiar su Plan, el mandatario subió el Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 12 al 15 por ciento y recientemente logró un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que prevé el fin de los subsidios a los combustibles para obtener un crédito por cuatro mil millones de dólares.
Sin embargo, aunque el Gobiernos asegura que la inseguridad y las muertes violentas disminuyeron, persisten los hechos violentos en diversas zonas del país.
Entretanto, las cárceles permanecen bajo el control de las Fuerzas Armadas en medio de falta de alimentación a los reos y denuncias de violaciones de derechos.
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