Una ola multicolor desfiló desde la avenida Amazonas hasta el Parque Bicentenario, en el norte capitalino, bajo el lema “Nada que curar”, como parte de una campaña para la reflexión en torno a las llamadas “terapias de conversión” y el funcionamiento de clínicas de deshomosexualización.
Amigos, familiares y activistas se sumaron a la marcha que, con música y colores, difundió mensajes en pro de los derechos de la comunidad Lgbtiq+.
En el Parque Bicentenario se llevó a cabo una fiesta con presentaciones de artistas y una feria de emprendimientos. Otras localidades del país también escenificaron desfiles para visibilizar su lucha por la igualdad de derechos.
En Ecuador, la homosexualidad estuvo penalizada hasta 1997, pero la vida de quienes tienen diversas orientaciones sexuales todavía enfrenta enormes dificultades jurídicas, políticas y culturales.
Una encuesta de la organización Diálogo Diverso de 2022, reveló que el 64 por ciento de la población Lgbtiq+ aquí reconoce haber sido llamada promiscua, enferma, inmoral, pecaminosa, anormal o sucia.
Al 19 por ciento, la sometieron a un tratamiento de ‘deshomosexualización‘ en contra de su voluntad, detalló el estudio.
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