De acuerdo con estimaciones de esa entidad, casi 52 mil niños menores de cinco años podrían sufrir emaciación severa, la forma más mortífera de desnutrición, en los próximos 12 meses.
Más de la mitad de los hogares de cinco de las seis provincias encuestadas por Unicef experimentan hambre de moderada a grave.
Se trata de una coyuntura crítica, de acuerdo con el director ejecutivo de la Comisión Nacional de Alimentación y Nutrición de Zambia, Muntanga Mapani.
«Los hallazgos de esta encuesta ponen de relieve la necesidad inmediata de medidas preventivas para evitar una grave crisis de desnutrición», aseguró el experto citado por Unicef.
Según Mapani, los datos muestran claramente que sin una intervención oportuna, llegaría un aumento significativo de las tasas de malnutrición, particularmente entre los niños menores de cinco años y las mujeres embarazadas y lactantes.
Los indicadores advierten que la provincia occidental es la más afectada, ya que más del 88 por ciento de los hogares padecen hambre, y casi la mitad se enfrentan a hambre severa, lo que pone a los niños en riesgo de malnutrición y enfermedades.
Tras la prolongada sequía que enfrenta la nación africana, los menores de las regiones occidental, meridional, central y noroccidental padecen mayor riesgo de desnutrición.
Las estimaciones de Unicef advierten que en esas cuatro de las diez regiones de Zambia las familias ya enfrentan hambre y no pueden poner alimentos nutritivos en la mesa.
El Fondo de la ONU para la Infancia reclamó medidas inmediatas para garantizar la distribución de alimentos y asistencia en efectivo para madres y niños, ampliar el acceso a la atención médica y mejorar los servicios de salud y saneamiento.
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