La instalación es considerada la obra de restauración más grande realizada en ese territorio caribeño, que funcionará en las antiguas instalaciones del Colegio Abel Bravo.
En el acto estuvieron presentes autoridades locales y la ministra de Cultura, Giselle González, además de destacados artistas de la localidad.
En una de las zonas de mayor violencia en el istmo, Cortizo señaló que para su administración esta obra responde a un anhelo de la provincia de tener la casa que se merecen para el desarrollo del arte y la cultura como expresiones del talento, el sentimiento y la creatividad de un pueblo que hace parte de las raíces de la panameñidad.
Con una inversión de 27 millones de dólares, el centro cuenta con un teatro, una plaza y una nueva biblioteca pública, así como instalaciones para las artes plásticas, danza moderna, ballet clásico, folclor, música, teatro, cine, fotografía y artesanías.
Dispone además de áreas para ensayos, talleres y capacitación, comercialización y fomento de actividades relacionadas con la economía creativa, que contribuirá a la generación de ingresos y empleos.
Al respecto, González explicó a la prensa que los trabajos de restauración se hicieron con el mayor cuidado posible buscando conservar su imagen original al tiempo que llamó a los colonenses a cuidar la nueva sede cultural.
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