Aunque surgió de forma fortuita hace tres siglos en la otrora Santa María del Puerto del Príncipe, resulta en la actualidad una de las tradiciones legadas por la metrópolis española, que celebra las Noches de San Juan, en fecha similar.
Sin embargo para los principeños trascendió con matices diferentes asociados en primera instancia al poderío económico de la Villa, fundada en 1514, caracterizada por la actividad económica ganadera.
Carreras de caballos, encuentros familiares, y ferias distinguieron en un primer momento la festividad, competiciones y celebraciones que con el paso de los años se fueron haciendo de mayor popularidad.
La llegada del siglo XIX involucró comparsas y carrozas de un desfile que se promocionaba con carácter comercial, recorridos que se mantienen hasta día de hoy sin fines lucrativos, y que incluyen también un espacio para los infantes.
En la actualidad la «Lectura del Bando» da inicio al San Juan desde las alturas del edificio de la Asamblea Municipal del Poder Popular, Ayuntamiento, la misma corre a cargo de su Presidenta.
Para este año, a pesar de disímiles dificultades económicas, Reynaldo Echemendía, presidente de la comisión del Paseo y director del Ballet Folclórico de Camagüey, expresó la satisfacción por llevar adelante el evento.
“Hablamos del hecho cultural más importante que se produce en masa, con alto sentido de pertenencia”.
Refirió además de que el propósito es convertirlo en patrimonio de la cultura cubana en general.
Conciertos y espectáculos, además de los ya mencionados desfiles transcurrirán por estos días en esta urbe, cuyo Centro Histórico resultó declarado en 2008 como Patrimonio de la Humanidad.
Además de las disímiles actividades artísticas se vuelven a sumar al San Juan el tradicional ajiaco, además de diversas actividades músico-danzarias que manifiestan también el legado africano y caribeño, un sello distintivo de esa gran mezcla de la identidad nacional.
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