En la colectividad francesa de ultramar fueron incendiados vehículos, incluidos policiales, e instalaciones y levantadas barricadas en diversas zonas del archipiélago.
La causa del rebrote de la violencia parece vinculada al arresto de varios líderes independentistas, encabezados por Christian Tein, siete de ellos con orden de traslado a prisiones en territorio de Francia metropolitana por su presunta responsabilidad en los disturbios de mayo.
El mes pasado varios civiles y dos gendarmes perdieron la vida en Nueva Caledonia, donde los daños por destrucción de propiedad resultaron cuantiosos, tras el proyecto gubernamental de reformar el censo electoral local.
Los independentistas rechazaron la medida por considerarla dirigida a restar visibilidad a los kanaks, pueblo autóctono que representa más de un 40 por ciento de los habitantes del territorio.
El presidente Emmanuel Macron visitó a finales de mayo el archipiélago para intentar reducir las tensiones y optó por suspender la reforma, prometiendo ayuda económica.
Según el Alto Comisionado de Nueva Caledonia, la representación del gobierno francés en el terreno, las fuerzas del orden tuvieron que intervenir este lunes ante los incendios y las barricadas.
Las clases fueron suspendidas en algunas zonas, como Dumbéa y Paita.
La colectividad de ultramar, uno de los territorios no autónomos bajo la lupa del Comité Especial de Descolonización de la ONU, realizó tres referendos en los que ganó la continuidad dentro de la República, aunque en el último de ellos, en 2021, votaron menos de la mitad de las personas registradas, por el boicot de los independentistas.
A raíz de la crisis Macron descartó revisar el estatus del archipiélago, al alegar que ya el pueblo tomó su decisión en las urnas.
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