El último reporte del Índice de Clasificación Integrada de Fases de Seguridad Alimentaria, conocido como IPC, estimó que 2,15 millones de palestinos en la Franja se ubican en los niveles tres o superiores de esa escala de un máximo de cinco.
Eso incluye casi medio millón de gazatíes que padecen condiciones catastróficas, o índice cinco, dijo el reporte que consideró un alto riesgo de hambruna en todo el enclave tras casi nueve meses de ofensiva israelí.
De acuerdo con el documento, las restricciones en el acceso humanitario a causa del conflicto en curso influyen de forme determinante en esas cifras.
En ese sentido, la actualización confirmó una ligera mejora en la situación de seguridad alimentaria en las gobernaciones del norte de Gaza, donde el informe anterior previó una posible hambruna para finales de mayo.
«La mejora muestra la diferencia que puede suponer un mayor acceso», dijo al respecto el Programa Mundial de Alimentos sobre las conclusiones del IPC.
Según esa agencia, el discreto aumento de las entregas de alimentos en la porción norte y de los servicios de nutrición han ayudado a reducir los peores niveles de hambre, dejando una situación aún desesperada.
Sin embargo la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) denunció la ignorancia total de las leyes de la guerra en las hostilidades en curso.
«No quedan centímetros seguros», dijo tras una visita a la región Yasmina Guerda, representante de OCHA al denunciar los obstáculos para las entregas de ayuda.
“Una observación directa sobre el terreno cada día es que no quedan centímetros seguros en Gaza. No hay ningún lugar donde puedas estar y estar seguro de que no habrá un ataque contra ti esa noche”, advirtió.
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