Cerca de mil actores participaron en la celebración que evoca la grandeza del incario, del que Cusco fue capital y para la que los cusqueños se preparan durante meses.
Proclamas, danzas y canciones llenaron de colorido una explanada rodeada por las murallas de Sacsayhuamán, construidas con piedras gigantes, donde los actores vestidos a la usanza inca, interpretaron un guión que rinde culto a la memoria histórica y la identidad cultural de los cusqueños.
La escenificación incluye ritos de la época del incario, como el brindis con un vaso ceremonial con chicha (jugo de maíz fermentado), el encendido del fuego sagrado, el sacrificio de una llama (camélido andino) y otros que culminan con el Q’ochurikuy o gritos de júbilo de los actores y el público.
Como todos los años, miles de turistas llegaron de decenas de países, enterados de lo bello de la fiesta, para conocerla y también para recorrer los vestigios incas de la ciudad y de la región de Cusco, donde el mayor atractivo es el llamado santuario inca de Machu Picchu.
La mayor fiesta de los andes, que coincide con el solsticio de invierno, tuvo otro de sus protagonistas en el quechua, en el que hablan y cantan los actores y que es el principal de decenas de idiomas originarias que Perú reconoce como oficiales y .
La festividad se complementa con escenificaciones en la Plaza Mayor de Cusco, en el centro de la ciudad que todavía luce muros de piedra legados por los arquitectos y constructores incas, y ante el templo inca de Qoricancha.
La celebración, cuyo nombre significa Rayo de Sol y se traduce también como Fiesta del Sol, rinde homenaje al astro rey, máxima divinidad inca, en una de las jornadas más frías del invierno austral.
El Inti Raymi fue instituido por el inca Pachacutec, constructor del Imperio de los Incas que gobernó en el siglo 15 de nuestra era, pero la festividad fue proscrita por los conquistadores españoles y rescatada hace 79 años de la memoria colectiva y las obras de los cronistas.
Desde entonces se celebra todos los años, salvo alguna circunstancia muy extremas, como el confinamiento de hace unos años, por la pandemia de Covid-19.
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